martes, 1 de octubre de 2013

AL COMPÁS DE LA AMISTAD


Hace un par de días, un hermano  muy querido por mí, al conocer que estaba trabajando en la Junta de Gobierno de nuestra cofradía, me hizo una pregunta, cual era el valor material de la Agrupación Musical para la Hermandad, la reflexión tenía relación con la inversión que se hizo para esta bendita locura que unos dementes tuvieron hace ya algunos años. Y lejos de ser una pregunta acusatoria era simple curiosidad. Pensando en esta pregunta, sin conocimientos de números y mucho menos de música, he de decir que ya tengo respuesta…incalculable, y argumentaré.
     
  Siendo honesto, yo era de aquellos que veía aquel sueño de unos cuantos, un suicidio. Por entonces yo paseaba a nuestro Señor bajo sus trabajaderas, pero participaba poco más de la vida de hermandad, sí, algún turno en feria, algún culto…no demasiado más. Quien iba a decir a aquel chaval incrédulo que iba a encontrar tantos buenos ratos en aquello que yo entendía como un capricho de unos cuantos, que insensato.
Hay veces que la casualidad pone en tu camino a gente que forma parte de tu vida, y que sin reparar en como tropezaste con ellos acabas adaptándolos a ti como si de niños los conocieras. Y a esa casualidad le vamos a poner nombre y apellidos, AM Stmo. Cristo de Gracia. Es curioso como gente venida de un sitio y de otro, de otras hermandades que cada uno de nosotros tenemos presente y que no podemos obviar, ni queremos, porque forman parte de cada uno de nosotros, encontramos un nexo de unión aquí, en el Alpargate, algo tendrá. Yo no puedo más que agradecer a la casualidad, a cuatro locos o a nuestro Cristo de Gracia la enorme oportunidad que me han brindado haciéndome coincidir y empatizar con estas personas que tan pronto te erizan la piel con una interpretación musical, como te ofrecen un brazo con el que levantarte cuando estás en el suelo. 
Por eso hay cosas que no tienen precio, al menos para mí. Hablando también con el hermano mayor desmontando la verbena, recordábamos aquel Jueves Santo en la que tocaron por primera vez detrás del titular. Calle Alfaros, un momento mágico para los que tenemos sangre azul y roja de Gracia. Recuerdo como todos los que íbamos debajo del señor no dábamos crédito, recuerdo frases como “que sigan los nenes hasta el Alpargate”, recuerdo también alguna lágrima asomando debajo del paso. Y eso no tiene que ver con la calidad musical, ni con la fuerza de los sones, va mucho más allá, va a sentirte orgulloso, de que lo que suena es parte de ti, parte de tu ADN, el mismo que hace que nazarenos, costaleros y banda seamos uno el Jueves Santo, 500 personas en un misma dirección.
Si alguien tuviera que encargarme una frase para definir a Mi Agrupación Musical, a mi Banda, a mis Amigos, elegiría “Vale la Pena”, a mí me vale la pena y sobra decir más. Vale la pena cada modesto esfuerzo hecho para su creación, cada paseo por el Granadal, cada kilómetro hecho para verlos tocar allí o aquí. Vale la pena, cuando veo a mis amigos, instrumento en mano, como escuadrón que va con orgullo a defender el escudo que todos tenemos en la cabecera de nuestros pensamientos, la cruz Trinitaria que nos define a cada uno de nosotros.  
Por todo ello, es incalculable el valor de la banda, no tiene precio veros pasando frío o calor cada día en los ensayos, no tiene precio ver caras amigas paseando nuestro escudo, no tiene precio haberos visto crecer a muchos de vosotros, ni lo tiene veros trabajar en montajes, en la caseta, vendiendo lotería…siendo parte de nosotros. Y sobre todo, no tiene precio contar con vuestra amistad. Todo ello lo resumo con una frase que dice mucho uno de aquellos que personifica cada letra de este puñado de palabras: OLE LOS BUENOS…

JOSE ALMOGUERA
Secretario de la Hermandad