Miguel Calderón Merina
Corneta 1ª Alta de la AM Stmo Cristo de Gracia
1. ¿Qué te llevo a formar parte de esta Agrupación?
Miguel C: Aunque desde niño siempre me ha llamado la atención el mundo cofrade, y en concreto las formaciones musicales, fue a través de una charla informativa por parte de nuestra hermandad, en el Colegio Stma Trinidad (PP Trinitarios), del cual era alumno, la que me hizo dar el paso a formar parte de lo que era entonces un proyecto. En ese momento no tenía ni idea de lo que conllevaba formar parte de una formación musical, pero a día de hoy no me arrepiento de haber dado ese paso.
2. Siendo uno de los pioneros en esta andadura musical de nuestra agrupación, ¿Qué sentimientos puedes trasmitirnos hoy día tras tu recorrido musical?
Miguel C: Para mí esta andadura musical, es una vivencia de la cual he aprendido mucho. La definiría como un gran aprendizaje en diversos aspectos, sobre todo en aspectos humanos. Pero si me quedo con algo, es precisamente con saber apreciar lo que hay detrás de cualquier colectivo, la banda no es solo trajes e instrumentos, sino que detrás de cada músico existe una persona con sus problemas y preocupaciones, a la cual se le puede ayudar tanto individual como colectivamente.
3. ¿Por qué la corneta y no otro instrumento? ¿Quién te guió en los primeros pasos como músico?
Miguel C: Al apuntarme a la banda, tengo que reconocer que era un autentico ignorante en cualquier aspecto musical, es por eso, que lo que me hizo decantarme por la corneta, fue quizás, su vinculación al mundo cofrade. Aunque a día de hoy, es esa vinculación, la que hace que si tuviera que elegir actualmente un instrumento, no elegiría la corneta, ya que mis inquietudes musicales, adquiridas como consecuencia de mi paso por la Agrupación, no son satisfechas por esta, debido a la imposibilidad de interpretar con ella, otros estilos musicales fuera de las marchas procesionales. Por otro lado, la persona que siempre me ha guiado y me guía a día de hoy es nuestro Director y alma mater de nuestra agrupación Manuel Roldán. Me considero un fruto de su trabajo como director, tanto musicalmente hablando, como a nivel personal, ya que sus consejos traspasan lo meramente “musical”, y es que soy de la opinión de que a un músico no solo lo define su nivel musical, sino que es un concepto que abarca mucho más que saber tocar un instrumento… Aprovecho esta oportunidad para darle públicamente las Gracias por la confianza mostrada hacia mi persona, y lo ánimo a seguir con su labor con un consejo que el mismo me dio:
“Lucha por conseguir tus sueños…pero no te olvides de disfrutar del camino…”
4. ¿Recuerdas el lugar y el momento en el que tocaste tu primer solo en la Agrupación Musical?
Miguel C: Recuerdo que mi primer dúo, aún con los saquitos negros, fue el de la marcha Consuelo Gitano y lo toqué en la Calle Rey, en el Municipio de Manzanilla (Huelva), junto con Javi Pérez, un buen amigo y muy buen corneta que hoy milita en las filas de la banda de CCTT Caído-Fuensanta de Córdoba. Posteriormente mi primer solo como tal, fue el de la marcha Señor de San Román, ya en el Concierto de Presentación de los uniformes.
5. Cuéntanos una anécdota que te haya ocurrido en algún momento de tu recorrido musical.
Miguel C: Durante estos años han ocurrido infinidad de anécdotas pero quizás, una de las más curiosas fue la que nos sucedió en unos de nuestros primeros ensayos cuando en un momento de este, (todavía ensayábamos en el descampado que existía frente a nuestro lugar habitual de ensayo) apareció un pastor con un rebaño enorme de ovejas, y estas, decidieron formar parte del ensayo quedando toda la banda rodeada por ellas. También recuerdo con simpatía situaciones como que la cruz de guía de una hermandad se equivoque de camino o cornetas que se rompen justo antes de tocar un solo…
6. ¿Con qué marcha te definirías?
Miguel C: En este sentido, no me defino con ninguna marcha en concreto, creo que para cada momento, sensación o sentimiento, existe una marcha. Aunque si tengo que destacar alguna destacaría “El Principio de un Sueño…”, y no me refiero a la composición como tal, sino por el sentido que tiene para mí el título de esta y el efecto que causa en la mayoría de las personas que la escuchan.
7. Cuéntanos tu relación con los componentes de la banda. ¿Alguna bonita amistad?
Miguel C: En este sentido me considero afortunado, porque por la banda pasan muchos compañeros que aunque no sean “amigos”, en el sentido más estricto de la palabra, si son personas que merece la pena conocer y de las que puedes aprender. Pero también puedo presumir de tener varias amistades con todas las letras, como son Juan Lucas Jiménez, Alberto Fernández y María Villegas. Al primero me une su sinceridad como compañero y como amigo, y aprovecho para agradecerle, el hacer que me sienta valorado tanto dentro como fuera de la agrupación y al que le deseo lo mejor en su nueva etapa musical. El Segundo, Alberto, es el ejemplo perfecto de trabajo humilde y callado, un buen tipo que tengo la suerte de llamarlo amigo. Y por último María, a la cual le agradezco el compartir conmigo su sinceridad, su genio y su corazón, tres cualidades que bien entendidas son la base de una buena amistad.
8. Tras todas las competencias adquiridas por los siete años de andadura musical, ¿Has pensado alguna vez dedicarte a la enseñanza musical o componer alguna marcha?
Miguel C: Es algo que me gustaría muchísimo, pero de momento no tengo unos conocimientos musicales que me permitan afrontar esa responsabilidad. Aunque si es verdad que muchas veces he pensado en formarme para adquirir una formación que me permitan conocer más en profundidad el mundo de la música, aunque todavía, no ha llegado ese momento.
9. ¿Qué crees que es lo esencial para que una agrupación trabaje y consiga sus objetivos?
Miguel C: Para mi debe existir un axioma fundamental dentro de la organización de una agrupación, y es darle prioridad al grupo, a las personas, a la convivencia, a la institución, antes que a lo meramente musical. No significa esto, descuidar esto último, pero pienso que cuidando estos aspectos se consigue una base humana ilusionada y motivada, que afronta cada ensayo con ambición y con ganas de superación, que hacen que los objetivos musicales lleguen con relativa “facilidad”.
Miguel C: Para mi debe existir un axioma fundamental dentro de la organización de una agrupación, y es darle prioridad al grupo, a las personas, a la convivencia, a la institución, antes que a lo meramente musical. No significa esto, descuidar esto último, pero pienso que cuidando estos aspectos se consigue una base humana ilusionada y motivada, que afronta cada ensayo con ambición y con ganas de superación, que hacen que los objetivos musicales lleguen con relativa “facilidad”.10. Describe uno de tus mejores momentos esta Semana Santa 2014.
Miguel C: Para mí el momento de la Semana Santa 2014 fue todo el recorrido de vuelta del Prendimiento desde San Pablo con “Gloria Tibi Trinitas”, hasta la entrada. Era volver a vivir lo que ya vivimos cuando aun vestíamos saquito y camisa blanca, esas ganas de demostrar, de tocar, esa unión entre banda y cuadrilla, hizo que ese momento se grabara a fuego en mi memoria.
A nivel personal, un momento muy especial ha sido la oportunidad de estrenarme como costalero bajo el Palio de Nuestra Señora de las Lagrimas en su Desamparo, de la Hermandad de la Misericordia de Córdoba, a la cual me une, desde hace relativamente poco tiempo, un gran vinculo devocional y emocional, muy importante en mi vida.
A nivel personal, un momento muy especial ha sido la oportunidad de estrenarme como costalero bajo el Palio de Nuestra Señora de las Lagrimas en su Desamparo, de la Hermandad de la Misericordia de Córdoba, a la cual me une, desde hace relativamente poco tiempo, un gran vinculo devocional y emocional, muy importante en mi vida.
