jueves, 19 de septiembre de 2013

Estadística de la actuación en el Via-crucis Magno de Córdoba

    

   El sábado pasado, con motivo del acompañamiento a Nuestro padre Jesús Rescatado y el abrazo de un barrio más unido que nunca, pudimos escribir una nueva hoja en nuestra historia y vivir un nuevo capítulo que quedará siempre guardado en nuestros adentros. Esta formación, trató de estar a la altura de lo que iba transcurriendo, y dejarse contagiar por una cautiva mirada reflejo de la sencillez de quién fue partícipe del momento. 
      Así, desde aquí pretendemos ser cercanos a todos nuestros seguidores,  a quién siempre nos acompaña y a aquellos que estén interesados en conocer en  que consistió nuestra labor la noche de la que les hablamos.
     La agrupación, que realizó el camino de vuelta desde la S.I.C y el Templo, totalmente entregada interpretó la cantidad de treinta y cinco marchas, ordenadas en treinta y dos chicotás, intentando siempre poner la música y el acorde que el señor necesitaba en cada paso dado. Durante el trascurso, sonaron marchas de todo tipo: Clásicas que rejuvenecen con el pasar del tiempo, como Amanecer de Sentencia, Consuelo Gitano, Salud de san Bernardo, Cerca de ti o la Saeta que tanto clama el Alpargate. También marchas más oscuras como Reo de Muerte o marchas que endulzaban el sentimiento como Estrella Reina del Cielo, Paz y Luna de Nissán. Destacar  marchas propias como El Principio de un Sueño, El Divino Salvador o A mi Dios Crucificado, a quién siempre pretendemos tener presente en cada sensación.  Pero el momento mas esperado se hacía notar cada una de las tres veces que sonó Cautivo de tu Amargura; regalo de esta agrupación a la hermandad hermana en forma no sólo de partitura. Lo primero que pudimos contarle fueron sus acordes, bajo el arco de una de las puertas de la Mezquita, más tarde en la calle Santa María de Gracia y por último, para acabar en nuestra conjunta plaza. Ya en su casa, mientras  la noche se hacía pesar, quisimos tener un último roce, para toda su cuadrilla, hermandad, devotos y para aquel rincón de Córdoba, tocando Que Dios os Guarde en el Cielo, siendo testigos de que la cautiva mirada velará y guardará amor por nosotros eternamente.

MOISÉS MANGAS
componente de la AM